Vinos Valtuille. Identidad Berciana.

Podemos decir con certeza que El Bierzo es una zona consagrada para la elaboración de vinos de calidad. Ya desde la antigüedad, Fenicios y Romanos elaboraban vino en la zona; posteriormente con las tierras en poder de la iglesia se continuó con esta actividad.

Aunque existe una larga tradición ligada a la viticultura,no es hasta hace unos años que goza de reconocimiento a nivel nacional e internacional, ya que a finales de 1880 aproximadamente, cuando apenas se produjeron las famosas desamortizaciones en nuestro país y las tierras pasan a manos de los agricultores, llega a la zona la Filoxera y con ello la ruina a los agricultores.

Aunque poco a poco se va replantando, debido a las crisis migratorias posteriores se produce un abandono del viñedo.

Es a finales de los años 90 con la llegada de Álvaro Palacios y el empuje de Raúl Pérez cuando se empieza a dar valor al patrimonio vinícola del Bierzo, impulso que siguen varias familias y pequeñas bodegas, quienes tienen clara la defensa de la identidad de sus vinos así como el cuidado del viñedo viejo.

Gran parte de este viñedo viejo se concentra en Valtuille de Abajo donde tuvimos la oportunidad de entrevistar a Elena y su hermano Marcos de la bodega Vinos Valtuille, quienes nos abrieron sus puertas para comprender porqué El Bierzo está de moda, su entorno, la identidad vinícola, y los trabajos que llevan a cabo en los viñedos; todo ello desde la perspectiva de un negocio familiar basado en el esfuerzo y el respeto a la tierra.

Desde hace un tiempo vemos como los vinos del Bierzo cobran mayor importancia en el panorama vitivinícola a nivel mundial ¿Qué tienen de especial para que esto sea así?

Elena: En primer lugar hay que entender que al encontrarnos rodeados de montañas hace posible que tengamos una especie de microclima, ni es atlántico ni continental, es una mezcla de ambos y dependiendo el año recibimos más influencia de uno u otro. Por otro lado, las viñas se disponen en pequeñas parcelas o minifundios en los valles con distintas alturas y orientaciones, algunas zonas más arcillosas y otras arenosas. Este conjunto hace que sea ideal para el cultivo de la vid y producir vinos muy especiales.

¿Qué nos podéis contar acerca de los inicios de la Bodega?

Marcos: Los inicios fueron duros, fue mi abuelo quien adquirió un viñedo plantado en 1920 en el Pago de Valdoneje, de ahí el nombre de nuestro tinto más reconocido. Junto a mi padre tomamos el relevo,hasta entonces se vendía la uva al peso. Estábamos los dos empleados fuera y los fines de semana los dedicamos a las viñas, eso sinceramente era una ruina. El proyecto para elaborar nuestros propios vinos se inició en el año 2000. Por otro lado, con la llegada de Álvaro Palacios y Raúl Pérez despuntando en la zona, se empezó a animar la cosa, porque hasta entonces no había un mercado de calidad para vender la uva. Posteriormente debido a circunstancias, mi padre no pudo continuar y Elena pasó a formar parte del proyecto, hasta hoy día.

¿Cuáles son las variedades con las que trabajáis?

Elena: Lo que nos identifica es la elaboración de vinos monovarietales. Actualmente  trabajamos 16 hectáreas de viñedo viejo de la variedad Mencía con la que elaboramos hasta seis tintos únicos. A partir del 2015 decidimos hacer un vino 100% Godello para llegar a más público.

¿Por qué está tan de moda la Godello? ¿Es un secreto que os teníais guardado?

Elena: Siempre lo hemos tenido por esta zona, al igual que en la Ribera Sacra y Valdeorras; es cierto que ha tenido un boom  y ha irrumpido en el mercado frente a la Verdejo, con la que también se hacen buenos vinos pero es totalmente distinto. Ha funcionado muy bien el boca a boca y al final esto convierte una variedad en una moda.

¿Sois más de mezclar parcelas o dejar que cada una hable?

Elena: No es lo que queramos nosotros, con el tiempo te das cuenta de que somos un nexo entre la viña y el mercado y tienes que ir jugando con lo que tienes. En el caso del tinto joven, Pago de Valdoneje, si que mezclamos, buscando reflejar lo que es Valtuille en su conjunto.  En el 2014 empezamos a trabajar con los parcelarios como con nuestro tinto El Valao, así que empezamos a separar la uva y vinificar por separado para ver cómo evolucionan; de esta manera podemos entender mejor el viñedo y su comportamiento para así adaptarnos mejor a las preferencias del consumidor.

¿Piensas que un Cabernet Sauvignon, Syrah, Pinot Noir puede tener la misma calidad que una Mencia plantadas aquí?

Marcos: Será un vino distinto, con las dificultades o virtudes que tienen para adaptarse a la zona; pero nosotros lo que valoramos es nuestra Mencía. Las variedades foráneas se  plantaron de forma experimental pero las fueron reemplazando, antiguamente estaban permitidas pero con la nueva DO se fue eliminando, buscando defender la identidad.

¿Qué trabajos lleváis a cabo en el viñedo?

Elena: Nosotros llevamos a cabo “la práctica de la honestidad”. Es muy difícil en  El Bierzo llevar a cabo agricultura estrictamente ecológica debido a que existen muchos minifundios, unos pegados a otros y si tu aplicas esta filosofía de trabajo pero el vecino no lo hace o lo hace distinto,de poco te sirve a ti.

No obstante, la tierra es la que manda y te dice cómo tienes que trabajarla, tratamos de ser super respetuosos con todo, pero sin olvidar que vivimos de esto. Aun así, tenemos la suerte de contar con un viñedo viejo con unas cualidades muy buenas,que no necesita mucho para producir una uva de calidad. Es increíble la vida que tienen estas cepas tan antiguas.

¿Qué se hace con el desecho orgánico?

Elena: Todos los trabajos son manuales, por ejemplo los sarmientos, se recogen,amontonan y se utilizan para uso doméstico, cocinar y demás o bien se queman.  Los hollejos se los vendemos a destilerías para hacer aguardiente. En definitiva no tenemos problemas para hacer que la bodega sea sostenible, es lo que se ha hecho toda la vida en los pueblos.

¿Se vive bien del vino?


Marcos: Hoy día se puede vivir, porque en este momento existe un mercado que demanda vinos de calidad y puedes defender el precio de la uva,eso sí, tienes que tener también cantidad. Hoy en día la marca Bierzo está reconocida mundialmente y posibilita que nuestros vinos tengan presencia en EEUU por ejemplo.

¿Qué opinas del Enoturismo? ¿Pensáis que os puede favorecer?

Elena: Somos una pequeña bodega y poco a poco intentamos ir progresando. El enoturismo siempre viene bien para que el cliente nos pueda conocer mejor. Actualmente tenemos una actividad en la que paseamos por el valle disfrutando de nuestro godello Pago de Valdoneje, para llegar a la viña de da nombre a nuestro tinto La Tellería y hablamos acerca de lo que es el Bierzo y su significado en un contexto enológico, para posteriormente en bodega explicar nuestros procesos de elaboración y catar algunos vinos acompañados de un aperitivo típico de la zona.

¿Cómo os gustaría veros a la vuelta de diez años?

Nuestros inicios han sido muy difíciles, ahora estamos en un momento en el que estamos cosechando y disfrutando en cierta manera todos los esfuerzos que venimos haciendo. Pensamos que nuestro futuro pasa por crecer más en calidad y no en cantidad. El Bierzo es una zona muy pequeña que se está abriendo al mundo y la calidad de nuestros vinos tiene que ser lo que nos diferencie del resto, si no todo este trabajo no tiene ningún sentido.

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