“La mejor manera de disfrutar de la vida, con los pantalones puestos, es comiendo y bebiendo”.
Es la afirmación que oí con 9 años de uno de mis cocineros más admirados de la tele, aunque por aquel entonces no entendía de segundas derivadas, me marcó plenamente.
Desde muy temprana edad he sentido una imperiosa atracción por la cocina, los sabores, aromas y texturas de los diferentes platos que se preparaban en casa, con familiares y amigos ¡Cómo olvidar la comida de la abuela!
Sin duda un mundo de sensaciones, que a día de hoy, consiguen trasladarme a aquellos maravillosos años sólo con imaginarlo. Porque estarán de acuerdo que tenemos la capacidad de hacernos una composición mental de cómo puede saber una determinada comida sin haberla probado aún. Esto se debe a nuestra memoria sensorial y, a que poseemos registros de todos y cada uno de los alimentos que hemos probado a lo largo de la vida.
Dicho esto, como he venido a hablar de vinos, os contaré la manera más sencilla para aprender a identificar un vino.
Al igual que con la comida, es preciso crearnos un registro sensorial y para ello podemos empezar por familiarizarnos con los aromas del vino mediante las variedades de uva. No todos los vinos se elaboran con una sola variedad de uva, de hecho normalmente contienen hasta tres variedades distintas para buscar un estilo determinado. Pero una vez conozcas las características y los sabores de las diferentes uvas podrás tener una buena percepción de a lo que puede saber un vino.
En España tenemos la gran suerte de poseer una amplia extensión de plantaciones de vid con una gran diversidad, es lo que llamo nuestro Viñedo Paradiso.
Entre las variedades tintas más conocidas y que vamos a encontrarnos de manera más habitual en restaurantes y tiendas especializadas podemos mencionar a la Tempranillo, la uva más plantada en España, y quizá la más versátil ya que permite producir vinos de distintos estilos, desde tintos espléndidos en la Ribera del Duero, prestigiosos de guarda en La Rioja, potentes y estructurados en Toro hasta jóvenes y jugosos en Valdepeñas.
Los rasgos más distintivos de la Tempranillo son sus intensas notas frutales a fresa, aunque pueden adquirir notas de ciruela y grosella con toques especiados y matices avainillados con la crianza en roble.
La Garnacha es otra variedad predominante en nuestro país. Debido a que produce vinos con elevado contenido alcohólico, tradicionalmente se ha utilizado para mezclar con otras uvas como la Syrah y la Monastrell. Aunque hoy día puedes encontrar vinos elaborados 100% con Garnacha de una calidad excepcional, en zonas como Gredos, Navarra y Aragón. También es utilizada para elaborar rosados muy aromáticos.
Como características podemos destacar su sabor intenso a frutos rojos un tanto picantes, aromas y sabores dulces, notas de pimienta blanca. En definitiva se trata de una variedad utilizada para vinos de carácter afrutado y fresco ideales para acompañar infinidad de platos.
Una variedad que me encanta es la Mencía; predominante en El Bierzo y en la Ribeira Sacra. Ya desde la época romana se cultivaba la vid en la zona y fueron los monjes cistercienses quienes extendieron su cultivo allá por la Edad Media.
Aunque fue una uva minusvalorada antaño, hoy día se elaboran vinos de altísima calidad, de carácter ligero y fresco, con notas de fruta roja y negra, apuntes de lavanda y violetas, incluso toques de incienso. Espectaculares con unas chuletillas de cordero.
De herencia francesa cabe destacar la Syrah, cuyo atributo principal es que ofrece unos vinos sumamente intensos, ricos, especiados con aromas de frutas maduras, de color oscuro y denso, con una textura aterciopelada; y la Cabernet Sauvignon, también de carácter intenso, con aromas de grosella negra, siempre con un cierto fondo tánico. Esta variedad es idónea para tintos de guarda, los cuales desarrollan fragancias de cedro, caja de cigarros y toques de mina de lápiz.
Cómo no, la Monastrell, muy extendida en la zona del Levante español, sobre todo en Jumilla, y sur de Francia, donde se la conoce como Mourvédre. Nos ofrece vinos potentes con mucho cuerpo, aromas de zarza, notas terrosas y con la madurez desarrollan aromas a cuero con apuntes ahumados. Soberbios con un buen gazpacho jumillano o carnes estofadas.
Por cierto, hablando de gastronomía, estoy seguro que todos hemos tenido un “redescubrimiento” de algún tipo de comida, que en nuestra infancia nos horrorizaba y que a la vuelta de unos años nos parecía la cosa más buena que jamás hayamos probado. Aún mantengo en la memoria el recuerdo del día que redescubrí el Menudo, una especie de Callos pero a la andaluza, que era incapaz ni tan siquiera de oler pero que a día de hoy me parece uno de los mayores manjares que uno pueda disfrutar con un buen vaso de mosto… ¡Qué cosa más grande!
En fin, llegado el turno de las variedades de uva blanca comenzaremos hablando de la Palomino, la uva reina en el sur de España, con la que se producen los distintos vinos generosos en el Marco de Jerez.
Además con la Palomino se elaboran vinos “tranquilos” de carácter fresco y ligero, secos, perfectos para acompañar cualquier aperitivo, pescados y mariscos.
Cuando hablamos del sur de España tenemos que nombrar otra variedad muy extendida como es la Pedro Ximénez, tradicionalmente utilizada para producir vinos dulces pero que hoy día podemos encontrar vinos secos elaborados con esta variedad tremendamente aromática, muy extendida en la zona de Montilla Moriles.
Otra variedad que nos ofrece vinos muy aromáticos y delicados es la Moscatel, de estilo seco o dulce; como rasgos característicos de la moscatel son los aromas de fruta escarchada, toques amielados, flores blancas y cítricos.
La Viura es muy típica en La Rioja, conocida como Macabeo en Cataluña con aromas de manzana verde e hinojo en sus vinos sencillos, pero que a su paso por barrica adquieren cuerpo, notas lácticas y aromas de fruta de hueso y piel de naranja. Con una notable acidez son ideales para el envejecimiento y utilizada en los Cavas para aportar estructura.
Cuando citamos a la Malvasía se nos viene a la mente vinos fragantes, ya sean dulces o secos, con aromas de melocotón, flores blancas y albaricoque.Muy presente en Canarias y Castilla y León, en esta última zona además es muy habitual encontrarnos vinos elaborados con Godello, que es la uva blanca principal de la Denominación de Origen Valdeorras y El Bierzo.Con esta variedad se producen vinos secos muy aromáticos con apuntes herbáceos,toques cítricos y minerales, perfectos para tomar con arroces caldosos,marisco cocido o pescados a la parrilla.
Por tener un origen similar, siempre se la ha comparado con la Albariño, siendo ésta la gran protagonista en los vinos gallegos, de carácter refrescante y delicado, nos ofrece aromas de corteza de lima, pomelo, pera, acacia, con sutiles notas salinas; sin lugar a dudas vinos que destacan por su elegancia.
Estas son sólo algunas de las variedades de uva más reconocibles en nuestro país, pero hay todo un mundo, donde cada variedad posee unas características y aromas concretos. Así que antes de que la cabeza os empiece a dar vueltas diré que hay que empezar poco a poco.
Os propongo un reto. La próxima vez que pidáis un vino, probad que sea elaborado con una sola uva o que al menos contenga un 90% de una variedad determinada y os toméis dos minutos para saborearlo. No preocuparos si no encontráis aromas de fresa, ciruelas, pimienta o lo que sea, centraros sólo en las sensaciones que os transmite.
Se trata de empezar a tener un registro sensorial. Cuando vayáis poniendo esto en práctica podréis deteneros más en identificar aromas y sabores concretos. Y con el paso del tiempo seréis capaces de haceros una idea de cómo puede saber un vino sin haberlo probado antes. Creedme, quedareis sorprendidos.
A estas alturas muchos os preguntaréis si todo este esfuerzo de probar tantas variedades merece la pena y mi respuesta es que ¡por supuesto que sí! Con sólo unos pocos conocimientos el placer que transmite disfrutar una copa de vino se verá duplicado y mejor aún, crearéis un criterio propio que os ayudará a elegir los vinos que realmente os gustan.
Dicho esto ¿estáis preparados? Pues adelante… Lee, explora, diviértete y… ¡A disfrutar de la vida!
Vinos Valtuille. Identidad Berciana.
«El Bierzo es una zona muy pequeña que se está abriendo al mundo y la calidad de nuestros vinos tiene que ser lo que nos diferencie del resto, si no todo este trabajo no tiene ningún sentido.»
Viñedo Paradiso
Con sólo unos pocos conocimientos el placer que transmite disfrutar de una copa de vino se verá duplicado. Descubre la manera más sencilla para conocer tu estilo de vino favorito.
La Vendimia
El viticultor, como en la antigüedad, “mira al cielo y acaricia el suelo”. Analiza al detalle el proceso de maduración de las uvas con el fin de recolectar la cosecha en el momento adecuado. Comienza la vendimia…